viernes, 7 de noviembre de 2014

Tzedaqá a los Pobres


PREGUNTA: Shalom Moré, tengo una duda. Sé que es una Mitzvá dar Tzedaká a los pobres, no obstante, aquí en mi país la mayoría de gente "necesitada" hace de ser limosnero un negocio lucrativo y no son indigentes de verdad. Aún así, ¿se debe dar Tzedaká, a pesar de correr el riesgo de no ser gente necesitada de verdad?

Shalom u'Brajot.

RESPUESTA A CARGO DEL MORÉ IOSEF GARRIDO: Shalom Iaqar, un verdadero gusto saludarle.

El término Tzedaqá (Justicia) lastimosamente se ha tergiversado en occidente hasta el grado de confundirlo con los términos: Latet, Tan, Tanu, Tanáh, Tani, que tienen un significado de dar algo a alguien.

Tzedaqá no consiste en dar, sino en saber dar. Darle dinero a una persona negligente es contribuir a la injusticia.

La Torá solo menciona el acto del compromiso de dar asociándolo a la Tzedaqá a los pobres, las viudas, los huérfanos y los extranjeros. Los negligentes son señalados como personas que forjan su mismo destino a la pobreza, miseria y desgracia.

Es bueno meditar en el pensamiento: "No le des el pescado cocinado a una persona físicamente sana, sino enséñale a como pescarlo y prepararlo, ya que con solo compartirle estas dos cosas estarías haciendo Tzedaqá, todo lo contrario alimentaría el deseo egoísta de los negligentes, y por supuesto, incrementaría la injusticia".

Cierta vez alguien se me acercó a solicitarme una "ayuda" (no era una emergencia ni una necesidad prioritaria); la persona gozaba de mucho tiempo libre, salud, fuerza y vigor, entonces le dije: "Te ayudaré a ganar dinero sin invertir un solo centavo, lo que debes hacer es vender ciertos artículos que yo te compraré en un almacén, ¿te parece?" Me dijo que no le parecía la idea, entonces le respondí: "Si no tienes voluntad de ganar dinero sin invertir un solo centavo, entonces, ¿cómo piensas pagarme el dinero que yo podría prestarte?" A este tipo de personas es necesario dejar que la vida les enseñe que, si no trabajan, tampoco tienen derecho a comer.

La lástima nunca funciona como Justicia, sino que, al final, es un sentimiento de conmiseración que engaña a quien la siente y daña a quien la recibe. Si seguimos confundiendo el término Justicia con la acción de dar desmedidamente, entonces nosotros mismos estaríamos siendo los responsables de las injusticias en este mundo. No debemos caer en las trampas de muchos injustos que, dejándose arrastrar por el Ratzón leQabel (Deseo de recibir/Egoísmo), son capaces hasta de disfrazarse de limosneros y fingir cualquier atractivo para la conmiseración.

No debemos apoyar a los actos negativos de las personas, ya que estos crecerán y opacarán la vida de muchos.


Un Abrazo Sincero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario