sábado, 9 de noviembre de 2013

Relaciones Sexuales y el Shabat

PREGUNTA: Shalom. ¿Se puede tener sexo en Shabat?

RESPUESTA A CARGO DEL MORÉ IOSEF GARRIDO: Shalom estimado.

En Shabat es lícito practicar todo aquello que vivifica el espíritu, y de igual modo que santifica este día tan anhelado por los Bene Israel. Si algo se hace por complacer el cuerpo de manera egoísta, ya no seria santificar el Shabat, pues el altruismo estaría ausente.

Nosotros, los observantes de la Sagrada Torah, no "tenemos sexo" para satisfacer los deseos de la carne, sino que tenemos relaciones sexuales para complacer y hacer feliz a nuestra pareja, anteponiendo siempre el altruismo, y de esta manera practicamos la Qedusháh (Santificación), en caso de que esta acción ocurriera en Shabat. Hablamos de Kavanáh en la observancia de cada evento que nos señala la Sagrada Toráh.

La pregunta sería:

¿Qué incluye la Kavanáh de cada persona antes de recibir el Shabat?

Cuando el marido y la mujer se juntan en el acto de intimidad sexual, están literalmente uniéndose el uno al otro. Las diferentes fuerzas dentro de ellos pueden entonces surgir y unificarse para formar una unidad.

¿Qué hay de malo en practicar la Iejidáh (Unidad)?

El nivel superior de las relaciones maritales sólo en Shabat corresponde a los misterios más profundos de la Toráh, donde se genera una relación más íntima con HaQadosh Baruj Hu (Likutey Moharán I, 11:5-6).

Esto es, específicamente, respecto a las relaciones sexuales con la pareja que legalmente ha sido así desde la perspectiva de la Sagrada Toráh.

Ahora, las relaciones prohibidas incluyen cohabitar con una mujer en el momento de su menstruación, o con una mujer que aún no se ha purificado, aunque sea la propia esposa; el adulterio, el incesto, y la homosexualidad. Varias de estas relaciones son llamadas "abominaciones" por la Sagrada Toráh (ver Vaiqrá/Levítico, capítulos 15 & 18).

El alma fue creada para buscar la espiritualidad. Toda actividad sexual prohibida por la Sagrada Toráh levanta una barrera espiritual, debido a la naturaleza de la unión que tiene lugar entre los dos individuos. Unir el alma con el alma de otra persona en una relación prohibida, crea una unión con el otro lado que es muy difícil de revertir, según nos explica Bereshit Rabah 80:10.

Hacer feliz a las personas y otorgarles vida es más justo que encerrarse en una monótona liturgia que al final no daría reposo, sino fatiga.

El Talmud enseña que es necesario, antes de la relación marital, eliminar de la mente la ira y los pensamientos impropios, de modo que la unión pueda tener lugar en una atmósfera de amor, en paz y armonía. Las relaciones deben ser encaradas con recato, y con el reconocimiento del tremendo poder que es capaz de generar la pareja (Nedarim 20a-b).

En conclusión, la práctica de relaciones maritales en Shabat es una decisión en conjunto de la pareja, con el objetivo de buscar la Santificación, mediante los tres juicios de la Sagrada Torah:

1) Jésed (Bondad).
2) Emét (Verdad).
3) Emunáh (Fidelidad).

Sefer Toldot Iehoshua, capítulo 98 (Mateo 23:23).


¡Saludos!



(Extraído del grupo Cultura Hebrea en Facebook)

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