sábado, 2 de noviembre de 2013

Sobre la Parábola del Rico y Lázaro

PREGUNTA: Shalom. ¿Cómo se puede interpretar el siguiente relato de Iehoshua Maasav v'Torató, capítulo 16, versículos 19 al 31?

RESPUESTA A CARGO DEL MORÉ BINIAMIN ORTIZ: Shalom estimado.

El relato que describe el libro, comúnmente conocido como "Lucas", es principalmente una descripción en el estilo de Midrash. En esta interpretación podemos dejar un poco de lado el contexto, y darle más importancia a los símbolos y claves que están descritos en él.

Para poder comprenderlo, como primer punto hay que tener en cuenta que se está hablando de dos Yehudim de la época del primer siglo, esto lo notamos porque los dos son mencionados como Bené Avraham.

En el hombre rico, es mencionado que vestía de color púrpura, y esta es una clave importante, pues este color era usado por el Imperio Romano. Lo esencial de esto, es que aquel Yehudí vivía bajo costumbres romanas y como un romano tal.

En este relato podemos encontrar la respuesta a algunas preguntas que nos hacemos en la actualidad, una de ellas es: ¿Por qué existen personas que llevan una mala vida y tienen éxito material? Y a su vez: ¿Por qué hay personas con temor del cielo, y a veces no existe prosperidad física?

Enseña nuestra tradición Qabalista que todos, absolutamente todos, por lo menos hacemos algo bueno en esta vida y también algo malo, es decir, que hay personas con temor del cielo y que llevan una vida justa, pero eso no quiere decir que no tengan fallas o que nunca hayan tenido algún error en esta vida que deban de pagar (por algo estamos aquí); y también hay personas que parecen ser absolutamente malas y no vemos en ellas algo bueno, esas personas por lo menos han hecho algo bueno en su vida.

Según la Qabalá, esta es la respuesta a las preguntas previas. Todos necesitamos pagar y ajustar en este mundo cuentas con haQadosh Baruj Hu, el Rashá no podrá decir en el día del juicio: "Pero yo hice tal o cual cosa buena", porque HaShem le pagó todo lo bueno que hizo con bienes materiales. De igual manera, el Tzadik ha pagado lo poco o mucho malo que haya hecho en su vida, y así poder llegar al lecho de Avraham. Es decir, a la vida eterna, a la unificación con haQadosh Baruj Hu, como Rabenu Iehoshua enseñó:

"HaShem es Elokim de vivos y no de muertos..."

Avraham, en este contexto, es el propósito de la vida de todo Yehudí. No puede haber Yehudí que no coincida con la piedra principal, con ese legado y estilo de vida que es Avraham haIvri: salir de ese sistema materialista que nos envuelve cada exilio. Podemos entender esto porque la suma del nombre de Avraham es de 248 (אברהם); es igual a la palabra de manera invertida de Yeshuatenu [842] (ישועתנו) / Nuestra Liberación.


¡Saludos!


Biniamin Ortiz.


RESPUESTA A CARGO DEL RABÍ AVDIEL BEN OVED: Excelente el comentario de Biniamin Ortiz (בנימין אורטיז), como siempre.

El mensaje esencial, en base al contexto que ha creado el autor del libro (lo que escribió antes y después de este fragmento), es la diferencia entre un Tzadik y un Rashá. Uno que llevó su vida justa, a pesar de pasar increíbles necesidades económicas (mamon = la apariencia), en base a la cual la gente podría pensar: "es un Rashá porque le va mal en su vida". El otro personaje muestra lo inverso, le va muy bien económicamente (mamon = la apariencia), en base a lo cual muchos pudiesen decir: "¡Que Tzadik! Miren como HaShem lo bendice"; pero la recompensa divina mostró la realidad de ambos, y como las apariencias engañan.

También es interesante hacer notar que, en esta historia, Iehoshua, a través del simbolismo, envía un mensaje MUY CLARO para los oyentes de aquel momento:

- El hombre rico es el Kohen Gadol, Iosef Bar Kaiafa (Caifás). Esto se deduce por la descripción sobre su persona: "vestía de púrpura y lino fino", lo cual hace referencia a su status social, era un Kohen, pues los Kohanim, según la Torá [Shemot 28.8] vestían púrpura y lino fino. Se menciona también "La casa de su padre" y "los 5 hermanos"; esto claramente hace referencia a la Casa de Janan (el clan sacerdotal de Anás), el padre (suegro) de Kaiafa, del cual sabemos, gracias al historiador Josefo, que tuvo 5 hijos, los cuales oficiaron como Kohanim Guedolim hasta la destrucción del Templo.

- Lazar, el pobre que muere en la historia, es Lazar de Bet Janania -el discípulo de Iehoshua, el cual murió y fue resucitado.


Como toda historia, lo más resaltable se encuentra al final. El rico (Kaiafa) le dice a Avraham: "Te ruego, que envíes a Lazar, para que prevenga a los 5 hermanos (líderes de Israel)", pero Avraham le dice: "No, porque ya ellos tienen quienes los prevengan, tienen a Moshe y los Neviim". El rico (Kaiafa) le dice una vez más: "Pero si alguno fuera a ellos (a los líderes de Israel) de entre los muertos, entonces ellos creerían y harían t'shuva". El final de la historia es: "Si no escuchan a Moshe y a los Neviim, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos". Esto fue lo que sucedió precisamente con Lazar -el discípulo- y los Kohanim: cuando vieron la resurrección de Lazar, no creyeron, sino que procuraron la muerte de Lazar.


¡Saludos!


(Extraído del grupo Ha'Derej Natzratim en Facebook).

2 comentarios:

  1. excelente enseñanzas mis amados mores torá. Sahlom.

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  2. Excelente mis javerim cada dia aprende mas con ustedes todah ravah por su esfuezo diario el Eterno les compense

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