jueves, 21 de febrero de 2013

Comunicado sobre la Actitud en los Festejos de Purim

por Rabino Isaac Sacca



Los sabios nos enseñan que Purim es una festividad con una santidad elevada, ya que la mayor espiritualidad es la que se consigue a través de la alegría. Por eso, ellos advierten no transformar la alegría en burla y falta de respeto, y actuar con cordura y buenos modales.

Esto implica la prohibición absoluta de comportarse inadecuadamente y embriagarse, despreciando así esta santa festividad y convirtiéndola en una especie de fiesta pagana.

La norma relacionada con la bebida en Purim consiste en tomar un poco más de lo usual, de acuerdo a cada individuo; pero está prohibido por la ley embriagarse, ya que es considerado como una actitud despreciable e indigna que perjudica la salud del alma y del cuerpo.

Rabbi Iosef Caro escribe en el libro Bet Iosef, Simán 695: "En el Sefer Orjot Jaim, Halajot Purim, Simán 35, dice que no hay pecado más peligroso que emborracharse, ya que conlleva a la promiscuidad, la agresión, el asesinato y a muchas otras faltas". Así escribe también en los libros Iad Efraim, Sefat Emet sobre Meguila, Col Bo, Ben Ish Jai, Ben Iehodaia sobre Meguilá, Emek Beraja en nombre del Rab Israel Salanter, Sefer Ameorot de Rabi Meir Ameili y en el Pele Ioez. Y otras decenas de sabios más, advierten sobre esta mala actitud de emborracharse cualquier día incluso en Purim.

El Rambam advirtió también que "no hay conducta más impropia y deplorable en el ser humano que el emborracharse".

Asimismo, advertimos sobre la vergonzosa actitud de interrumpir la lectura de la Meguilá. Los ruidos y gritos provocan que ninguno de los presentes pueda cumplir con la Mitzvá. Este comportamiento menosprecia los mandamientos y la Casa de Hashem.

El Rabi Haim Iosef David Azulay, el Hida, escribió en el libro Leb David que: "Si el pueblo de Israel en lugar de dedicar el día de Purim a la burla y a la bebida, se comportara con santidad, dedicando la alegría al Eterno, y se ocupara de la Torá y las Mitzvot, llegaría la redención eterna".

Convocamos a los feligreses que acuden al Bet Hakeneset a no asistir con disfraces ni traer a sus hijos de esa manera, esas costumbres si bien no están prohibidas, no son dignas de realizar en el Bet Hakeneset donde se reza y se lee la Meguilá. La verdadera razón por la cual se acostumbró a disfrazarce era para que los carenciados no se averguencen de recibir las limosnas de Purim, y el vulgo desvirtuó la costumbre transformándolo en una actitud de júbilo, si bien no está prohibida, no es digna del Bet Hakeneset.

Por consiguiente, hacemos un llamamiento a toda la comunidad a respetar y honrar la festividad de Purim con alegría y santidad.


Isaac A. Sacca



(Extraído del grupo Las Raíces Hebreas en Facebook)

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