domingo, 23 de junio de 2013

La Luz

Por: Biniamin Ben Malaj


En muchas ocasiones la mayoría de nosotros hablamos de la "luz del Creador" o de la "Luz que debemos de dar como Bene Israel", pero la pregunta ideal sería, ¿sabemos cual es esa luz y su función en nuestras vidas?

Para entrar un poco en contexto recordemos las palabras de Rabenu haQadosh:

"Atem ma'or ba'Olam"/Ustedes son fuente de luz en el mundo. Una ciudad construida sobre la montaña no podrá estar escondida. No encienden una luz para ponerla en un lugar escondido donde no alumbre, sino que la pondrán sobre la Menoráh para que alumbre a todos los de la casa. Así alumbre sus fuentes de luces ante todo ser humano, para mostrarles las maasím tovím de ustedes que son de alabanzas y de glorias para el Padre de ustedes que está en los cielos".

Maasím tovím: Lit. 'Las obras preparadas para cumplir el propósito del ser humano'.

En otra ocasión también dijo:

"La lámpara de tu cuerpo son tus ojos; si tus ojos al frente miran todo tu cuerpo resplandecerá. Pero si tus ojos se opacan, todo tu cuerpo se oscurecerá; y si la luz que está en ti se oscurece, oscuros estarán todos tus caminos".

Como notamos en la palabras de Rabenu Iehoshua, veremos que uno de sus tantos significados es que la Luz que tenemos que irradiar indudablemente está conectada con nuestro cuerpo, acciones, vista y palabras. Y aunque esto pareciera ser lo mismo, realmente no lo es, cada una de estas manifestaciones del Alma nos llevan hacia lo "Alto" o hacia lo "Bajo" en cada etapa de nuestro día cotidiano.


Diferencia entre religión y vida

Antes de proseguir con el tema es importante hacer un "paréntesis" pues tiene una prioridad muy grande localizar donde nos desarrollamos para de esta manera encontrar la "Luz" que emana de Hashem.

Nosotros como seres egoístas (por tendencia natural) enfocamos las palabras del Mashiaj y la Torá misma dentro de un contexto religioso o sinagogal, en pocas palabras dentro de una comunidad aplicamos ciertos principios de vida Toraica, pero el resto de la semana en el trabajo, escuela, familia o en el simple caminar por la calle somos distintos olvidándonos de toda la gran tarea que debemos desarrollar en este mundo.

Aquí es donde se marca la diferencia de "Religión o vida verdadera", en la vida cotidiana, en la vida que mostramos ante los demás "sean o no hijos de Israel".

Seguramente aquí es donde hace eco las palabras que leímos hace un momento:

"Así alumbre sus fuentes de luces ante todo ser humano"


Buscando la Luz

Uno de los sentimientos más satisfactorios del ser humano es "ganarse las cosas por nosotros mismos", esta es una sensación que seguramente todos hemos experimentado, sabemos que apreciamos mas lo que tenemos cuando lo hemos ganado con el sudor de nuestra frente con mucho esfuerzo y dedicación hacia el objetivo.

Ahora todo comienza a tener sentido.

Cuentan los meQubalim /Qabalistas, que antes de que existiera el mundo físico, todas las almas vivían en una realidad mas compleja donde se experimentaba el placer absoluto . Todo Gozo y dicha eran de esas almas y no había la necesidad de luchar por ello.

Pero un sentimiento indescriptible es ganarnos las cosas por nuestra cuenta, de esta manera Hashem escondió la plenitud de su luz en este mundo, para que nosotros a base de los problemas y dificultades de la vida diaria, seamos capaces de desarrollar una conexión con esa luz infinita que emana desde los mundos superiores.

Seguramente ahora comenzamos a comprender el por qué de todas estas dificultades, el por que de las carencias de nuestra vida (tanto espirituales y físicas) y es que el placer y plenitud que obtendremos al encontrar esa luz por nuestra cuenta sera indescriptible.

¿Pero donde pudo esconderse toda esa luz infinita?

Obviamente no podemos hablar de "tamaño o distancia", pero seguramente el escondite tuvo que ser algo igualmente de grande para poder ocultar esa luz infinita. O que por lo menos no nos permita ver mas allá.

En Bereshit 6:5 dice: "Vio Hashem que era mucha la maldad de la persona en la tierra".

Este es el escondite de esa luz, la maldad y el "Ego, el Yo siempre yo antes que todos".

Aunque esto suene sencillo en verdad no lo es, pues todos los mitzvot y enseñanzas de los Rabanim, incluyendo sin duda a Rabenu Iehoshua, todas nos llevan al comportamiento, al compartir, al hacer con los demás como queremos que hagan con nosotros, a perdonar, en fin. Aunque suene sencillo desde la creación del mundo se busca ese objetivo, pero no todos lo hemos alcanzado como se debiera y lo único que esto significa es que no hemos logrado la misión de la vida.

Cuando nosotros dejemos el "Ratzon le'Qabel/ Deseo egoísta de recibir" la luz será manifestada en nuestra vida indudablemente, lograremos percibir el shamaim aquí en la tierra.


¿Cuántas veces pensamos en nosotros?

Cuántas veces nos hemos tratado de aferrar a una situación o una persona que no puede estar en nuestra vida, en estas acciones solo queremos satisfacer un deseo egoísta tratando de buscar solo nuestra felicidad y no la de esa persona. O el simple hecho de desear muy en nuestro interior la vida de otra persona.

Aquí podemos ver por que el primero de los 10 códigos del Sinai en cuenta regresiva.

"No codiciarás", desde ahí comienza todo.

Rabenu Iehoshua nos entregó una clave de las leyes espirituales y no lo notábamos.

"La lámpara de tu cuerpo son tus ojos; si tus ojos al frente miran todo tu cuerpo resplandecerá. Pero si tus ojos se opacan, todo tu cuerpo se oscurecerá; y si la luz que está en ti se oscurece, oscuros estarán todos tus caminos".

Es decir, todo comienza desde donde colocamos la mirada, con que objetivo vemos a los demás, con que razón busco a mis compañeros y amigos.

Seguramente ya identificaste muchas barreras de tu vida, ¿Ahora que harás?

Encontrar la Luz.


¡Shalom a todos!



(Extraído del grupo Ha'Derej Natzratim en Facebook)

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